Escándalo de corrupción en Chascomús: Intendente y funcionarios bajo la lupa por licitación irregular del ex camping «6 de septiembre»
En un hecho que sacude a la comunidad de Chascomús, una presunta red de corrupción entre el intendente Javier «Chapa» Gastón, varios de sus funcionarios, y la empresa adjudicataria Mendivil-Bigati ha salido a la luz. El eje del conflicto es la licitación de la parcela ribereña número 19, correspondiente al ex camping «6 de septiembre», la cual fue otorgada a esta empresa en un proceso plagado de irregularidades.
El denunciante ha revelado que Mendivil-Bigati ganó la licitación mediante el presunto pago de sobornos a los funcionarios municipales, prometiendo la realización de diversas obras de infraestructura que, a la fecha, no se han concretado. A esto se suma el hecho de que la empresa tampoco ha abonado el canon correspondiente a la municipalidad, generando un perjuicio económico significativo para los vecinos de Chascomús, ya que esos fondos, destinados a obras y mejoras para la ciudad, no han sido recaudados.
El escándalo se profundizó cuando un oficial de justicia se presentó en el predio y descubrió que la explotación comercial del lugar está siendo facturada por una persona jurídica distinta a Mendivil-Bigati, lo que implica una violación directa de los términos de la licitación. Esta irregularidad ha dejado a la administración municipal en una situación comprometida, sin respuestas claras sobre cómo explicar este desajuste.
El propio gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, ha solicitado explicaciones urgentes al intendente Gastón. Este episodio de corrupción ha dañado gravemente la imagen del municipio y ha generado indignación entre los ciudadanos, quienes exigen que se investiguen a fondo las responsabilidades de todos los involucrados.
La falta de control y supervisión sobre el cumplimiento de las obligaciones por parte de Mendivil-Bigati, sumada a la omisión del pago del canon, no solo perjudica económicamente al municipio, sino que además pone en entredicho la transparencia de la gestión pública local. Chascomús, una ciudad históricamente tranquila y ajena a los grandes escándalos, hoy se enfrenta a una crisis institucional que amenaza con manchar la reputación de toda su dirigencia.
Por el momento, la municipalidad no ha emitido declaraciones oficiales que aclaren la situación, pero la presión pública y la intervención provincial indican que este caso podría terminar en una investigación judicial que deslinde responsabilidades y depure el accionar de los responsables. Mientras tanto, los vecinos observan con preocupación cómo el nombre de su ciudad se ve envuelto en un episodio más de corrupción que afecta tanto la confianza en sus dirigentes como el progreso de la comunidad.