Qatar 2022: un golazo a la igualdad

Por Jerónimo Salinas

A fines de octubre y a lo largo del mes de noviembre, se han realizado marchas del orgullo LGBT en distintos puntos del país con el fin de manifestar la búsqueda de igualdad, la búsqueda de derechos para las personas Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans, Intersexuales y Queer. El fútbol, que suele ser ajeno a temas de inclusión de dicha comunidad argentina, poco a poco comienza a entender cuál es el camino.

A casi un año de la inclusión de la jugadora trans Mara Gómez en los torneos femeninos de fútbol, siendo este uno de los hechos más importantes de inclusión que se vieron en nuestro territorio, el Club Atlético Rosario Central se convirtió en el primer club de Argentina y de toda América Latina en incluir en su estatuto el cupo laboral travesti trans, con su correspondiente protocolo de prevención y actuación en casos de violencia de género.

La Secretaría de Género y Diversidad del club auriazul presentó el Proyecto Noviembre 4, donde se anunció la implementación del cupo laboral travesti-trans, además de la aprobación de la “Cláusula de rescisión contractual por violencia de género”. Desde hace cuatro años, dicha área se propone realizar, durante todo el mes de noviembre, actividades para trabajar en torno a la conmemoración del #25N, el “Día de la eliminación de la violencia contra las mujeres”.

La medida busca alcanzar el equivalente del 5% de la planta de trabajo del club, garantizando la inclusión de manera progresiva de acuerdo a las vacantes, por lo que se llevará adelante un proceso de inscripción y selección de postulantes. Además, el club se comprometió a difundir campañas por redes sociales y otros medios institucionales que inviten a la afiliación y participación activa de las personas de la diversidad sexual dentro de la institución.

También, Central anunció que buscará celebrar convenios con grupos y equipos deportivos, asociaciones civiles y otras organizaciones que trabajan la temática LGBTI+, con el objetivo de brindar espacios para la práctica deportiva y facilitar la visibilidad de la diversidad sexual en el ámbito del club.

El compromiso de la institución en perspectiva de género este año vuelve a quedar demostrado, ya que este no es un hecho aislado. En 2020, en contexto del Proyecto Noviembre 3, la institución adhirió a la Ley Micaela incorporando formalmente esta normativa con perspectiva de género cuando la misma no revestía de carácter obligatorio para entidades deportivas provinciales.

Esta iniciativa de Rosario Central debería hacer reflexionar a los demás clubes, no solo de Argentina, sino de toda América Latina, para poder construir, desde los ámbitos deportivos, una sociedad más libre e igualitaria, donde cada vez haya más inclusión y menos estigmas y discriminación.