Un investigador del CONICET presenta el hallazgo de una bacteria de 7 mil años de antigüedad
Fue encontrada en un humano procedente del sitio arqueológico de Tequendama, Colombia. El descubrimiento se dio en el marco de un trabajo realizado en colaboración junto a expertos y expertas de Estados Unidos, Francia y Suiza, y será divulgado mediante una transmisión internacional este 28 de noviembre
El investigador del CONICET Miguel Delgado, quien se desempeña en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata (FCNyM, UNLP) encabezará un conversatorio internacional sobre el proyecto consistente en el estudio paleogenómico de un patógeno, es decir un organismo causante de enfermedades, procedente de un individuo que vivió hace 7 mil años atrás en el sitio arqueológico de Tequendama, Sabana de Bogotá, Colombia, realizado bajo su dirección y en colaboración con colegas de Estados Unidos, Francia y Suiza. La presentación se realizará en la sede del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) el martes 28 de noviembre a las 12 (hora argentina) y se transmitirá en vivo por YouTube.
El proyecto se basa en evidencias arqueológicas y genómicas para reconstruir la historia genética de poblaciones antiguas que habitaron el actual territorio colombiano en tiempos prehispánicos. Uno de los aspectos del trabajo es estudiar la evolución de diversos patógenos para obtener nuevos datos sobre aspectos aun no comprendidos relacionados con las enfermedades infecciosas de esa región antes de la llegada de los europeos, y acerca de cómo esas patologías fueron cambiando desde entonces, así como en relación con el impacto sobre la población desde la colonia hasta la actualidad.
En ese marco, a través de análisis de ADN antiguo, el equipo detectó el genoma del Treponema –un grupo grande y diverso de bacterias– más antiguo conocido hasta la fecha. Según Delgado, “la especie hallada es diferente a los Treponema que infectan a las y los humanos en la actualidad. La cepa que encontramos es ancestral a muchas variedades actuales, por lo que su estudio puede ayudarnos a entender cómo evolucionaron estas enfermedades y cómo afectaron a las sociedades”.
En el mismo sentido, subraya que el hallazgo brinda la oportunidad de generar nuevas preguntas: “Entre ellas, ¿cómo evolucionaron estas especies para infectar a los humanos y qué otros reservorios animales podrían haber existido? ¿Otros animales llevaron y transmitieron este patógeno a los humanos? Además, el estudio aporta datos para la reconstrucción de una historia evolutiva más profunda, y observar las transformaciones de este tipo de bacterias en el marco de factores sociales, culturales y ambientales. Muchas enfermedades fueron introducidas en el continente con la llegada de los europeos, pero la evidencia esquelética muestra que algunas especies de Treponema ya circulaban previamente”.