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Los deseos femicidas de Milei

Por Las Brujas que Salem

Ya no es un candidato que dice cualquier cosa para diferenciarse, para alejarse de los que ya gobernaron y cansaron al electorado, es Javier Milei, es desde hace casi un año presidente de la Nación Argentina.

Se supone que, las responsabilidades de semejante cargo estatal, porque sí, aunque odie el Estado, él es- ni más ni menos- que un empleado estatal al que el pueblo le paga; deberían traer consigo obligaciones éticas máximas, ya que, se trata del cargo más alto del Poder Ejecutivo.

¿Pero qué hace Milei con el poder delegado de parte del pueblo, de aquellos que lo votaron y de los que, como ciudadanos demócratas aceptaron que gobierne? ; Ejerce violencia, violencia contra los jubilados, contra los periodistas, contra las mujeres y diversidades, contra los legisladores de otros arcos políticos y los propios que no se muestran como súbditos devotos, contra las niñeces que se van a cenar día por medio y los usuarios de transporte público a quienes amenaza con una taser si no pueden pagar el boleto, contra los comerciantes y los dueños de las pymes, contra los docentes y los estudiantes, contra los trabajadores y quienes padecen enfermedades raras, contra las personas con discapacidad y contra quienes atienden la línea 144 y la lista podría seguir hasta el infinito. Y como no tiene límite en su violencia desatada- aún menos, cuando habla con periodistas de canales “amigos” como TN, donde la charla es un monólogo pautado sin repreguntas ni pedido de aclaraciones- Milei cruza el límite y se sincera a viva voz: «Me gustaría meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo, con Cristina adentro»

Convencido que su comentario soez y provocador resulta, además gracioso y le suma adeptos dentro de los odiadores seriales, el presidente incursiona en un acto de violencia institucional. Habla lisa y llanamente de meter a una mujer dentro de un ataúd- se da descontado que muerta….¿o su morbo llegará a tal punto de sepultarla viva?

Pero ¿qué puede saber de violencia alguien que además de negarla la provoca y la agita constantemente?

La irresponsabilidad de un Jefe de Estado dirigida hacia una mujer, que además fue ex jefa de Estado y que está, en estos momentos, cursando un juicio oral contra quienes quisieron matarla hace dos años no es, en absoluto ingenua. Su estrategia sigue siendo el odio, sus cortinas de humo para evitar que se ponga el foco en el desmadre de su política es esa. Bien lo dijo hace pocas semanas cuando también, sin pelos en la lengua, aseguró que tenían claro que el ajuste brutal lo tenían que hacer mientras la gente estaba de vacaciones para que “no se diera cuenta”.

Porque la realidad es que no sólo las mujeres somos para Milei unas brutas, unas tontas y unas locas, en su delirio místico el propio pueblo que gobierna es “idiota” un pueblo fácil de engañar por seres superiores y preparados como él, Caputo y Sturzenegger.

En un país donde a todos nos está costando comer, trasladarnos, trabajar y hasta respirar las indignaciones fueron del peronismo y no mucho más. Pero el reloj está marcando la hora cada vez más rápida, las cortinas de humo son día a día, menos eficaces porque, quien te dice Javi, quizás los argentinos y argentinas no somos tan estúpidos como vos creés.