“La lucha es democratizar la economía”

El aumento de los precios, los sueldos que no alcanzan, las recomposiciones salariales que llegan tarde, son temas de conversación todos los días en todos los ámbitos. En medio de un año electoral todos parecen tener la solución para problemas sin resolver durante años.

Desde el feminismo se impulsa una agenda de economía feminista transversal en todas las áreas y se insiste en que hay herramientas distintas y que los diagnósticos también tienen que ser más certeros incluyendo en ellos la perspectiva de género.

Lucía Cirmi Obón es, sin duda, una de las economistas feministas de mayor prestigio que, a través de su función pública como Subsecretaria de Políticas de Igualdad en el Ministerio de Géneros y Diversidad y como integrante de Paridad en la Macro y Futuros Mejores, no deja de librar la batalla de alzar su voz. “Creo que es momento para seguir avanzando. Estoy convencida que los logros del movimiento feminista de estos años son muchosy  que, a raíz de ese avance también creció una reacción para evitarlo. Pero lejos de achicarnos tenemos que ir por más” asegura y señala que su libro “Economías para sostener la vida” apunta a eso. 

-Lucía, madre de una beba muy chiquita, un rol en el ministerio de muchísima responsabilidad y además tiempo para escribir este libro y presentarlo a sala llena en la Feria del Libro. ¿Cómo hiciste posible todo eso?

-No hay magia La verdad que gran parte del libro lo escribí antes de entrar a la gestión, a fines de 2018 y el 2019.  Después vino la pandemia, luego la maternidad, la licencia y de nuevo el trabajo.

Yo siento que en la gestión parí un montón de cosasy creo que después de que pudimos enviar el proyecto Cuidar en Igualdad al Congreso, sacar el Registradas, recién ahí me pude volver a sentar a escribir en huequitos, en la siesta de la bebe para poder terminarlo.

-Un libro que se promociona como “de fácil lectura” pero  que nos hace entender a las mujeres todo lo que aportamos a la economía y lo que sabemos por nuestra propia existencia, nuestros trabajos y la vida diaria. ¿Qué ofrece “Economía para sostener la vida” como aporte extra de otros libros que intentan explicar la economía?

-Yo lo que traté de hacer con el libro es acercar la economía a la gente, y sobre todo acercar la visión feminista que a veces cuesta un montón construirla.  Yo tardé mucho tiempo desde que estudié economía hasta avanzar con esa visión, porque en general la economía que se enseña es una que pensaron varones para otros varones. Y también está hablada en difícil para poder competir con otras ciencias como la matemática o la física. Esto último juega en contra de los intereses de la mayoría porque que no se entienda facilita que te “puedan meter el perro”,  algo que pasa mucho por ejemplo en el mundo financiero. También facilita que te puedan decir “No, para esto no hay plata”. Por eso creo que la lucha es democratizar la economía.

Economía para sostener la vida es un libro que cuenta que las tareas de cuidado son economía y si bien trata a la economía con esta perspectiva feminista que ya está un poco masificada, explica la necesidad de entrar con esa perspectiva en las otras habitaciones donde se discuten los temas como el presupuesto, los impuestos, etc.

Yo trato de aplicar la perspectiva dela economía feminista a la política social que creo que es urgente, al mundo del trabajo, al mundo de la desigualdad. Es real que a todo el país le interesa reducir la pobreza, pero el tema es cómo hacerlo Yo creo que en las políticas de cuidado, en las políticas feministas, en la agenda de redistribución feminista hay una llave que no podemos dejar de usar

Si nos fijamos los que discuten la política social en la tele son en general varones, no sólo los periodistas, sino también los referentes sociales. En este momento los feminismos estamos buscando nuestras nuevas causas en un contexto donde la economía heterodoxa está también en crisis y tenemos, en la tele un tipo despeinado que te apuesta siempre en contra del proyecto de justicia social y al mismo tiempo contra el Ministerio de las Mujeres.

Eso a mí me hace pensar en que no tenemos que achicarnos, que nos pegan porque somos el último movimiento dentro de los hogares en buscar una transformación total. Y esta agenda que impulsamos puede avanzar sólo si hay un Estado presente y una idea de redistribución del ingreso.

-Escribiste hace muy poco una columna que sitúa a la economía feminista como la enemiga central de la derecha. Estamos en un año electoral con muchas propuestas, precisamente de distintos partidos de derecha, que atacan a los feminismos. ¿Qué tenemos que tener en cuenta en cuanto a las propuestas económicas a la hora de votar?

-En el mundo de la economía hace cuatro o cinco siglos que están discutiendo lo mismo: ¿para qué lado gira la rueda?

Hay una parte de la economía que dice que gira de abajo para arriba, es decir si vos distribuís, hacés política social, mejorás los salarios de la gente, eso mejora el consumo y si mejora el consumo a los empresarios les da más ganas de invertir. Por lo tanto invierten más, el Estado recauda más y todo crece.

Del otro lado están los que dicen que la rueda gira al revés, proponen achicar los salarios así a los empresarios les da más ganas de invertir, porque tienen menos costo y eso va a hacer que después la economía se mueva.

Si miramos la historia de la Argentina siempre funcionó con la primer versión, la de la rueda que gira de abajo para arriba, porque  tenemos un mercado interno muy potente, una historia con  clase media importante y una historia en donde cuando hay más igualdad nos va mejor: a los de abajo  y a los de arriba también.

En Argentina solemos discutir muchas veces lo mismo. Los que hoy traen la idea de dolariza, de achicar el Estado mañana hablan de reducir salario y eso ya se hizo en los 90

Todo eso ya se hizo y de hecho hicimos toda una flexibilización laboral y fueron años en donde lo único que aumentó fue el desempleo. De hecho tuvimos años de aumento del PBI con aumento del desempleo.

Por eso hoy tenemos muchos problemas, una inflación muy desafiante pero si para matar la inflación hay que matar el empleo y la producción estamos cambiando los fines por los medios no? Hay que buscar una salida que no sea la de los 90 porque en los 90 había precios accesibles pero no había salario, no podías comprar nada porque no tenías trabajo.

-Vos hablás de mirar no solo la producción sino también  el modo en que se organiza nuestra reproducción y distribución y la urgencia de estar sentadas en los lugares donde se toman las decisiones macroeconómicas ¿qué participación de mujeres y diversidades ves  actualmente en las decisiones que se toman en nuestro país?

-Yo creo que falta. Hubo figuras centrales en esas decisiones, hemos avanzado en las mesas institucionales, pero en las mesas chicas de representación de poder no. Esto es porque todavía en la redistribución del ingreso está masculinizada la riqueza. Cuando vos te queres sentar con el poder te encontrás que en el mundo empresario, solamente 1 de cada 10 personas es una mujer en un directorio o te encontrás que en el mundo político estamos subrepresentadas. Más allá de tener cuadrazos como Cristina Fernández de Kirchner y otras mujeres, seguimos siendo menos en las mesas chicas informales y en líneas generales no estamos. También pienso que hay una mirada muy patriarcal para definir las prioridades económicas. De pronto dicen que no hay plata para nuestra agenda, pero mientras tanto avanzan otras cosas en la que sí hay plata para hacerlas.

En este sentido hay que discutir dónde está la plata y cómo se genera.  En Argentina hay un montón de riquezas que hoy podríamos estar gravando con impuestos progresivos- es decir que los paguen los más ricos- que nos daría más espacio para hacer más políticas públicas, si es que no se quisiera tener más déficit, que tampoco es un problemón porque la mitad de los países del mundo tienen déficit.

-Hablando de plata, se está tratando por fin el Proyecto de Ley Cuidar en Igualdad para lo cual se va a necesitar recursos pero también decisión política. ¿Qué expectativa tenés de que salga este año?

-Yo creo que las diputadas están haciendo todo lo posible para que se trate, la estrategia legislativa y los tiempos quizás lo tienen más ellas. Es importante recalcar que hay proyectos de todas las fuerzas políticas, eso hace que las cosas avancen, o sea hay consenso.  Sobre la cuestión presupuestaria no hay que darle más vueltas que con otros temas. El porcentaje del PBI total es el 0,12% si ejecutaras todo de una. La verdad que en el medio hemos hecho un montón de políticas que salen eso o más así que se puede estamos hablando  de números muy chiquititos. Tengo expectativa, yo creo que siempre los feminismos populares sorprenden y que desde nos corresponde a cada una haremos todo lo posible para que avance porque “nunca es el momento”, entonces “siempre es el momento”